SILVIO DE LA CRUZ

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BIOGRAPHY

Silvio DelaCruz nació en Medellín, Colombia en 1954, estudio arte en su ciudad nativa y llega a Nueva York en los años ochenta; él ha tenido exposiciones individuales en Colombia, Venezuela, Miami, New york y España; gano el primer premio en la competencia del estado Venezolano de Guayana y en la competencia de la Biblioteca Pública de Queens en New York.

En sus creaciones en la técnica del oleo podemos encontrar a un universo mágico de imágenes surgidas de la psiquis del artista; Silvio DelaCruz evoca emociones elementales, los muy antiguos ritos que, en una u otra forma, fueron compartidos por la humanidad. Sueños que expresan nuestro subconsciente y nos conecta con un atavismo lejano, pero potente. Las memorias de la juventud del género humano, hablan de conectar con la parte vital de nuestro propio yo.

Una atmosfera algo soñadora emana de sus cuadros. Sin embargo, no son imágenes nocturnas; son solares; no son lunares. Oro y amarillo son los colores que vuelven a surgir finalmente matizados, contribuyendo a un aura de misterio. Pero no se trata del misterio de la oscuridad. Es el misterio de la vida e sus fuerzas, manifestaciones y energía. Por eso las imágenes de amor, de celebración, de bailar en la luz del sol. Estamos lejos de los opresivos y ruidosos salones de baile de nuestra sociedad enferma.

También aparece el circo, como aparece en la obra de otros pintores.

 Pero por supuesto el circo de Silvio DelaCruz corresponde a su propio estilo.) El circo es un lugar donde hasta  en nuestra época de materialismo, el sentido maravilloso del mundo de la infancia ha sido preservado, un sentido que hasta los adultos pueden encontrar nuevamente por su magia. El circo es un lugar de celebración, de vida intensa.

El simbolismo tiene un rol importante en la obra de Silvio DelaCruz.

Algunos de sus signos son misteriosos, como un ideograma olvidado en este tiempo temprano. Y el lenguaje del símbolo le conduce a un número de cuadros abstractos o semi-abstractos, aunque la mayoría de sus obras son figurativas. Silvio DelaCruz pinta algunas cabezas nobles y seria enteramente capaz de dibujar en un estilo realista; pero eso no es su propósito: el está ocupado con arquetipos y no con rasgos individuales. Por lo tanto crea figuras altamente originales cuyas cabezas frecuentemente son muy pequeñas y cuyas extremidades talvez  son indicadas únicamente por líneas, similar a la manera como los artistas de las cavernas representaron a los humanos porque ellos también se proponían arquetipos, símbolos del ser humano.

Apuntar características individuales- lo que destaca a un ser humano y lo hace único- es una preocupación legítima del arte. Las memorias y los sentimientos que tiene en común con la Naturaleza; son tema de los cuadros de Silvio DelaCruz.

Efectivamente podemos decir “Humanidad”, por que raramente se refiere a rasgos específicamente suramericanos, a los americanos nativos precolombinos, y mucho más frecuente a las emociones y ritmos de las épocas de todas las comunidades y pueblos. Las celebraciones de los indios pertenecen a las diferentes versiones de la adoración general de la Naturaleza por el hombre. El arte de Silvio DelaCruz va más allá de lo étnico. Señala fuentes que todos compartimos.

PETER BLOCH

STATEMENT

La obra de Silvio DelaCruz está marcada por una confluencia continua hacia una decantación, que forja una mayor elaboración para  unificar al autor con su obra, mostrando su solidez en tres épocas de su elaborado desarrollo perceptivo de universos. Etapas como la figurativa, la abstracta y la grafica, van mostrando la penetración de una visión con su universo, de detalles elaborados que representan la esencia de la existencia y que a su vez e el desciframiento de sus propios misterios como intérprete fiel de su obra. En una mirada de interrogantes perpetuos, buscando una respuesta desde lo más interior hacia la exaltada plenitud de lo más sagrado e incomprensible y que solo se logra penetrar por revelación de los misterios.

La primera etapa figurativa está representada por hombres estilizados con sus formas particulares que representan las características de sus ambientes culturales. Hay un reposo y un emanar de lo humano, exaltando su calidez en una paz interior que forja su medio. Cuadros amplios, de colores claros, con fondos abiertos a cielos azules. Mujeres y hombres, palomas y gatos…, desde su cuadros observan el paso del observador y lo acompañan con la mirada, que se siente presente en la manera como comparten libremente sus encuentros y los diálogos.  Son los personajes sacados de ese universo para convivir en otros espacios, donde se congregan para evocar sus destinos, representados con rostros, cuellos y sus cuerpos alargados, reflejando así una calidez amorosa.

En la etapa Abstracta, su simbolismo explora raíces ancestrales, desde lo más primitivo pasando por un extasiarse en el periodo precolombino del hombre universal y sus entornos; donde están sumergidos en una atmosfera particular de color, rica en tonos y exquisitamente plasmados en la conformación de las formas y en la presencia de eternizados tiempos. La mirada se pierde en infinitas proyecciones que representan universos singulares, exuberantemente elaborados en una textura terrosa que forma su elemento vivo y su balance, en los tonos magistralmente logrados para interrogar la mirada del observador. Así, somos espectadores de cuadros con eventos donde la ternura, la delicadeza, la belleza y la búsqueda de la armonía del hombre en diversas situaciones. Allí también los enamorados se buscan y las familias se unifican. El hombre y su medio se exploran así mismos  en sus juegos simbólicos. Aquí todas las fuerzas elementales están poderosamente representadas bajo formar delicadas e insinuantes, en un lenguaje muy singular que lo caracteriza y representa ; en donde la luz y la oscuridad forjan equilibrios y conflictos, predominando el color lleno de  luz de esa Esperanza alegre de sentirnos cómplices de su alegría manifestada.

color se explora así mismo y la visión se multiplica en posibles perspectivas buscando a abstracción máxima, en donde lo sencillo se concreta. Hay un fondo filosófico de búsqueda estética de armonías y por esto el texto pictórico se magnifica en calidades y en formas insinuantes de interminables rostros que cuestionan desde su propia identidad. Animales y objetos que brotan de un pincel enamorado en la caricia de sus formas, graciosos gatos, arboles y soles, en escenarios que conforman un particular mundo, el mundo que es el regalo para quien se expone a su mirada. Encuentro que va a permanecer como Con respecto al periodo grafico, aquí la exploración se agudiza, el recuerdo al enriquecer el simbólico mundo que habitamos.

La escultura de Silvio DelaCruz tan vivaz y elocuente de seres sólidos y al mismo tiempo recubierto del agrado por vivir, son una extensión deliberada de su pintura, como si los protagonistas de sus cuadros hubieran saltado al espacio- temporal para compartir su amena presencia.

En Silvio DelaCruz  hay sin duda una ternura manifiesta en toda su obra, ternura inquietante que afirma el canto del espíritu que indaga el cosmos con una profunda alegría.

Fabio Velásquez C.
Escritor, poeta
Agosto, 2004

ROOM 412

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